por Grant Jeffrey |
Los que rechazan el relato de la creación divina en la Biblia creen en el argumento de que la humanidad evolucionó al azar a partir de formas inferiores de vida a través de cientos de millones de años. Una de sus conclusiones es que la humanidad ha existido en esta tierra por más de un millón de años. En contra de esta posición evolucionista, la Biblia declara que la humanidad fue creada aproximadamente hace unos seis mil años, de acuerdo con los datos cronológicos presentados en el Antiguo Testamento. La Biblia declara con claridad, mediante una detallada lista de generaciones desde Adán hasta Cristo, que la humanidad fue creada en la tierra aproximadamente cuatro mil años antes del nacimiento de Jesucristo. Obviamente, existe una enorme discrepancia entre la sugerencia de los evolucionistas en cuanto al origen humano, cerca de un millón de años, comparada con la declaración bíblica de la creación divina hace unos seis mil años.
Consideremos el promedio del crecimiento de nuestra población humana para determinar si el relato bíblico de la creación del ser humano unos seis mil años atrás, o el de los científicos evolucionistas en cuanto a la evolución humana a través de un millón de años es coherente con la información científica conocida. Según las Escrituras, ocho personas que componían cuatro parejas sobrevivieron al gran diluvio aproximadamente unos cuatro mil trescientos años atrás tal y como se describe en la cronología bíblica. Para ser conservadores, haremos estos cálculos asumiendo que la humanidad comenzó hace cuatro mil trescientos años con solo una pareja de sobrevivientes y que todas las familias produjeron un promedio de 2.5 hijos a través de los siglos siguientes. Este promedio de crecimiento de la población seguiría estático sin crecimiento alguno. Esta presuposición conservadora de un promedio de 2.5 hijos por familia tomará en cuenta la disminución causada por la guerra, la carestía y la enfermedad. A través de la historia el promedio de vida solo ha sido de cuarenta y tres años por generación. Usando estas presuposiciones, durante los últimos 4,300 años, debieran haber cien generaciones de 43 años cada una. Los cálculos revelan que nuestra población habría aumentado desde el tiempo del diluvio hasta hoy a unos cinco billones de personas. Es fascinante notar que la población actual de la tierra (5,5 billones en todo el mundo) es casi idéntica a lo que esperaríamos si la humanidad hubiera comenzado a poblar la tierra después del diluvio hace 4,300 años. Estoy endeudado con el profesor Henry M. Morris por su brillante obra acerca de este tema en su excelente libro, The Biblical Basis For Modern Science [El fundarnento bíblico de la ciencia moderna] (Baker House, Grand Rapids, 1984, pp. 414-426). En este capítulo estoy simplificando los cálculos pero los resultados son iguales.
Ahora consideremos cuál sería la población de la tierra si la teoría de la evolución estuviera en lo correcto. Los científicos evolucionistas que creen que la humanidad ha existido por más de un millón de años tienen un problema casi insuperable. Usando la misma presuposición de cuarenta y tres años como promedio de una generación humana, el crecimiento de la población a través de un millón de años produciría 23,256 generaciones consecutivas. Calculamos la población anticipada comenzando con una pareja hace un millón de años y usamos las mismas presuposiciones de una generación de 48 años y 2.5 hijos por familia. Los cálculos revelan que actualmente deberíamos tener en la tierra un total de personas de 10 elevado a la impresionante potencia de 2091 (102091). La teoría evolucionista de un millón de años de crecimiento produciría incontables trillones de trillones de personas que deberían estar vivas ahora mismo en nuestro planeta. Para ponerlo en perspectiva, esa cantidad es mucho mayor que el número total de átomos en nuestro vasto universo. Si la humanidad hubiera vivido en la tierra por un millón de años todos estaríamos parados sobre enormes montañas de huesos de los cientos de millones de esqueletos de los que murieron en generaciones pasadas. Sin embargo, a pesar de la tremenda investigación arqueológica y científica durante los últimos siglos, los científicos no han encontrado una fracción de los cientos y millones de esqueletos predichos por la teoría de los evolucionistas. La conclusión es obvia. El relato bíblico de la población de la tierra por la familia de Noé luego del diluvio hace aproximadamente cuatro mil trescientos años concuerda con la población actual de la tierra.